REVISTA AMEREIAF

42 43 que el presupuesto quede alineado y se prevengan crisis como la que hoy se vive. En términos reales el gobierno del Estado otorga más recursos pero de estos solo el 30% es reconocido por la Federación. Lo anterior no significa un ajuste de números, sino que ambos presupuestos: federal y estatal, principales fuentes del subsidio universitario estén alineados a una política nacional de educación superior. Cabe precisar que en la presente administración del Dr. Gustavo Urquiza, se ha refrendado un convenio tripartita signado por la UAEM, el gobierno estatal y la SEP para los cierres de año. No obstante, el convenio paripasu, de responsabilidad tripartita para el subsidio ordinario, está pendiente. Una de las metas del gobierno federal durante el mandato del Lic. Enrique Peña Nieto, fue aumentar la cobertura de educación superior al 50% como ya se mencinó. La meta por supuesto no se alcanzó, llegó al 38%, pero el problema repercute en instituciones como la UAEM. Su cobertura pasó de 28% en el año 2000 a 37% en 2017 [cifra estatal]. El aumento de cobertura para la UAEM se realizó sin una estrategia que armonizara cobertura con calidad. Por una parte, se impulsó que planes y programas fuesen reconocidos por organismos acreditadores. Los planes y programas se multiplicaron para aumentar el acceso en la zona metropolitana de Cuernavaca, Cuautla y Jojutla. De hecho, los puntos de acceso se han desbordado. Este crecimiento se realizaba sin atender a los mecanismos de coordinación de la COEPES y sin considerar el comportamiento de la oferta y la demanda de las instituciones ubicadas en la entidad. Cabe precisar que esta situación también se ha corregido en la adminsitración 2018-2024. Los programas operados por las sedes deben estar acreditados, de no lograrse, se revierten y entran a cancelación. El crecimiento desregulado tiene una repercusión diferida. La UAEM al igual que una decena de instituciones que se encuentran en la línea de crisis, sostiene regímenes de jubilación a los 25 y 30 años de servicio, desfase del tabulador y la carencia de un plan concreto que envíe una señal de “parar máquinas”, hacer un balance de la situación alcanzada y, en su caso, corregir el rumbo. Esta situación también se ha remediado al poner en marcha mecanismos de cancelación de programas que no tengan alineamiento. Para cerrar el artículo, la buena noticia es que la UAEM ha tenido que reconsiderar el camino del crecimiento inercial y ha atendido a los llamados para reordenarse en loadministrativoyen lonormativo.Como ya se mencionó, el modelo universitario, con las adecuaciones pertinentes, su relación con el PIDE, son algunos primeros pasos para retomar un rumbo para construir una reforma académica con una agenda de implementación de política pública. Referencias Barona, César (2006). “La asimilación de las políticas de modernización en una universidad estatal mexicana. La Universidad Autónoma del Estado de Morelos en el período 1994-2000”. La Tarea, Revista de educación y cultura de la Sección 47 del SNTE, No. 19. Ley orgánica de la UAEM (2008), Periódico oficial “Tierra y Libertad, 21/05/2008. OECD (2019). Higher Education in Mexico: Labour Market Relevance and Outcomes, Higher Education, OECD Publishing, Paris.

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