REVISTA NUMERO 5 ENE-JUN 2023
29 de documentos e informes o autoinformes, preparaci n de visitas in situ, aplicaci n de recomendaciones y compilaci n de evidencias de las mejoras realizadas (Ib ez, Hern ndez y Monroy, 2020). Aun cuando se asume explicita e impl citamente que estas evaluaciones tienen el prop sito contribuir a la mejora de la educaci n, de garantizar su calidad mediante controles externos y de que con su ejecuci n colaboran con las autoridades para informar a la sociedad sobre la calidad de los programas educativos (Jim nez, 2019), en el fondo han sido mecanismos normativos y de control coincidentes con el principio tradicional de evaluar para premiar o castigar, establecer un ranking, es impuesta desde afuera, enfatiza solo los aspectos medibles o cuantificables y sus resultados muchas veces no se incorporan de manera efectiva para la superaci n educativa (Quispe, 2004). Los principios actuales de la pol tica educativa nacional se alan que la educaci n se guiar por los criterios de la nueva escuela mexicana, como son el ser democr tica, nacional, humanista, equitativa, inclusiva, intercultural, integral y de excelencia, entendida esta ltima como orientada al mejoramiento permanente de los procesos formativos que apuntalen el m ximo logro de aprendizajes de los educandos, el desarrollo de su pensamiento cr tico y el fortalecimiento de los lazos entre la escuela y comunidad (DOF, 2019). El art culo 10, fracci n XII, de la LGES, reconoce la evaluaci n como un elemento indispensable para el logro de la excelencia educativa, por lo que debe realizarse mediante un proceso integral, sistem tico y participativo y estar basada en evaluaciones diagn sticas, de programas y de gesti n institucional, as como de acreditaci n (DOF, 2021). La evaluaci n con fines de acreditaci n constituye, entonces, un elemento indispensable para la obtenci n de la excelencia educativa y obliga a revisar el sistema de evaluaci n y acreditaci n que en las ltimas d cadas ha estado vigente para que, a partir de la experiencia acumulada, se pueda adecuar para que realmente contribuya a los fines de la educaci n nacional, a la ampliaci n de la cobertura, a favorecer la equidad e inclusi n educativa y, en suma, a mejorar la calidad y pertinencia de la educaci n superior (Jim nez, 2019). En este sentido, el art culo 59 de la LGES menciona que el sistema de evaluaci n y acreditaci n deber de considerar los siguientes criterios (DOF, 2021): 1. Detectar los aspectos a corregir, mejorar o consolidar mediante pol ticas, estrategias y acciones espec ficas. 2. Darseguimientoyevaluaci nalaspol ticas, estrategias y acciones establecidas, as como a las recomendaciones de mejora continua que se hayan planteado. 3. Incorporar la participaci n de los actores, instituciones y procesos de la educaci n superior para su retroalimentaci n permanente. 4. Fomentar la evaluaci n, formaci n y capacitaci n permanente de los actores, instituciones y procesos. 5. Mantener el rigor metodol gico y el apego estricto a criterios acad micos en los procesos de evaluaci n y acreditaci n. 6. Aplicar con objetividad, imparcialidad, replicabilidad, transparencia y sentido tico los procesos de evaluaci n y acreditaci n. 7. Impulsar pr cticas de evaluaci n que atiendan a marcos de referencia y criterios aceptados a nivel nacional e internacional. 8. Difundir los procedimientos, mecanismos e instrumentos empleados en los procesos de evaluaci n y acreditaci n. 9. Revalorizar al personal acad mico como
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