REVISTA NUMERO 5 ENE-JUN 2023

31 a recursos que de otra manera estar an imposibilitados, trajo consigo que en muchas ocasiones las evaluaciones se hayan convertido en un formalismo cuya importancia radica en el llenado de formularios, formatos, reportes y m s formatos. En estas evaluaciones en el fondo subyace la idea –mercantilista- de que la competencia es buena y propicia que se fomente la calidad y la mejora de la educaci n, pero tambi n irremediablemente que se mantengan o incrementen las desigualdades entre las instituciones.Antes de lapandemiadel COVID-19, tales diferencias se soslayaban, se daban como naturales e inevitables y se ve an como una pieza m s del mosaico de las desigualdades nacionales. Evaluar para mejorar o medir para mejorar. Son ideas ampliamente aceptadas en las IES, y desde luego pueden ser ciertas cuando cumplen con tal prop sito. Las evaluaciones para la acreditaci n desafortunadamente se han convertido en un mecanismo administrativo, cuya aportaci n a la mejora educativa es poco visible, porque no toma en cuenta todas las acciones educativas, formativas y de impacto social que realizan las instituciones, como son la vinculaci n con la sociedad, la contribuci n a la soluci n de problemas sociales y la formaci n con perspectiva de g nero, con equidad e inclusi n y por el cuidado del medio ambiente (Ib ez, Hern ndez y Monroy, 2020). Este hecho es coincidente con lo que ocurre cuando el profesor aplica una evaluaci n, examen o preguntas en clase y, a partir de lo aprendido durante su experiencia escolar, los estudiantes contestan lo que el docente quiere escuchar porque saben que de eso depende su calificaci n. De modo que durante las acreditaciones se les dice a los evaluadores lo que quieren escuchar con tal de ser positivamente valorados. La evaluaci n con fines de acreditaci n tiene una funci n importante para la educaci n superior porque garantiza a la sociedad que los servicios educativos que ofrecen las IES -sus programas educativos- son de calidad, pero tambi n, de alguna manera certifica que los recursos p blicos que reciben son empleados para los prop sitos establecidos porque sus resultados as lo corroboran. Sin embargo, el contexto social, la pol tica educativa nacional e internacional y la competencia en que han estado sometidas las